Las LAMINAS del Tarot actúan como espejos de nuestras proyecciones sobre nuestros conceptos del macro cosmos y el micro cosmos, que representa nuestra propia psiques.
Como estructura simbólica, el Tarot tiene infinitudes de significaciones que representan a quien observa sus cartas de manera personal e íntima, en tanto, es el papel que todo símbolo desempeña.
Court Gebelen, en siglo XVIII, postuló que el Tarot tenía un origen egipcio. Sin mayor fundamento histórico, basado en la simbología de las cartas tradicionales, formuló una serie de postulados respecto a la simbología del Tarot, bastante difundidos hasta ahora.
Este es sólo un ejemplo de como el Tarot se revela como un complejo simbólico, cuyo propósito es preservar y trasmitir conocimientos espirituales y esotéricos. La riqueza de sus láminas, permiten una exploración profunda que vislumbra analogías con diversos mitos no sólo egipcios sino también griegos, hindúes, hebreos, escandinavos y de los más variados orígenes.
Varios autores han relacionado los arcanos mayores con el gnosticismo, en el cual el hombre prisionero de un cuerpo busca la liberación y la experiencia del renacimiento místico.
La plasticidad del Tarot para proyectar diversos conocimientos, no demuestra sus orígenes, pero ratifica su misterio y motiva incansablemente a su estudio.
Mientras más estudio sus figuras, múltiples teorías y relaciones, menos interesada me siento en usar sus cartas para lecturas, pero más me apasiona transmitir su sabiduria
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